30 de marzo de 2010

Amago de brote



Mis pies me sostienen. Estoy desarrollando todos los músculos de la planta del pie. Ahora voy descalza por las calles, nada puede detenerme. La lluvia en mi cara, vuelo en acolchonadas nubes hermosas. Donde el ser humano no ha querido hacer su intento.

Correr es mucho esfuerzo, volar representa más intentos musculares y cardiovasculares. Estoy ahí, la primera vez que volé caí en mi propio cansancio y sólo logré elevarme un pie del piso. Ahora estoy sobre las nubes, haciendo el arrojo de volar y manteniendo la epidermis de mi extremidad menos utilizada con pequeñas rozaduras de las nubes. Estoy en el cielo que nos hemos representado sin estar en el cielo de verdad. Somos tu, yo y nadie más… tu caíste y al darte un golpe en la cabeza… me perdiste… En realidad te perdí… dijiste que estarías conmigo en todo momento y te has marchado al mundo de los muertos… un mundo sin sentimientos.

Que sencillo vuelve todo a su lugar. Sal de eso. Salí. Hablamos. Te ví muy mal, sin embargo tu luminosidad llega siempre. Estamos juntos, estoy contigo y me he calmado, sin prisas, sin deseos de poseerte sino de compartir. Compartámonos, como lo hacemos cada que no estamos juntos. La diferencia se vuelve nula cuando estamos solos, pero es muy notoria cuando estamos con alguien más. Algunas cosas me has dicho en confidencia sin saber que te tengo completamente. Disfrutamos tanto que nada pasa en los intermedios.

Estas con alguien más y sé que eso es natural ahora… cómo tenerte consumadamente si tus promesas fueron un suspiro en el tiempo, una huella en esas nubes que no lograste alcanzar. Soy, eres.

Desgasté mis músculos en el gimnasio. Rompí mis rodillas en esfuerzos, sí, soy más fuerte después de sanar y sigo de pie contemplando el mundo con borrosas imágenes. Te tengo a mis pies, escucho el silencio, veo la noche y el día por igual y sigo sin poder parar el llanto que me amaga a tu cuerpo. Si en tus intenciones nunca estuvo el estar con una mujer, porque chingados estuviste tan cerca? Tan dentro? Nunca se te ocurrió que tenía sentimientos?

Amago de brote

Has amagado la naturaleza, el instinto. Te niegas a ti mismo, ocultándote en una máscara hermosa que nos gusta a todos. Pero qué será lo que realmente te gusta a ti? Qué busca esta nueva criatura pura y cuáles son sus verdaderos sueños? Quién eres, que me has parecido la persona más inocente y a la que debo proteger con todo mi ser, aún de mi misma y de mis posesiones? Por qué me has dado todo? Por qué me quieres como yo a ti, si sabes que esto nunca podrá ser?
Que es la decencia? Para mí, es hacer lo que más me gusta y estar tranquila, contenta, plena conmigo misma. Eso me mantiene la sonrisa plena durante el día y según se, durante la noche.

Al negarnos a esta pasión, he negado mis propios principios. He pecado.
Ni moza, ni musa, ni mosca, ni la soledad es fiel. Otrora a los paréntesis compuestos de gotas de lluvia. Volteamos al unísono al cielo mientras el agua escurre por nuestros rostros, siento como una fuerza que me hace mirarnos desde arriba. Me has tomado en tus brazos, besado con pasión y ternura, me mirabas con perversa desesperación y yo sólo pude contestarte: espera. Caíste.

Cuando llegas a Arcasu, cuando te ocultas en Ginebra, cuando me das toda esa felicidad porque me susurras al oído las palabras más bellas que me han dicho. Porque das una mirada de atención instantánea cuando sientes mí presencia, porque no temes, por ver el cielo de noche y pensar en la grandeza, por creer más en tus sueños que en tus realidades. Ahí está mi verdad. Yo temo. Yo no puedo olvidar. Espera.

Cosas que pasan en la noche.

Has vuelto. Para irte de nuevo. Bubble… mis lagrimas de nuevo. Me entero que estás con alguien más.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

queee?

Ícaro dijo...

te advertiste que si volabas bajo tus alas se mojarían con el agua de mar y decidiste volar tan alto que no pensaste en que el sol derretiría tus alas de cera