El aire se encorva en los siniestros pulmones de Jesús gris, la gélida temperatura desmorona la vida y no al contrario, como se lo había dicho alguna vez dieter.....dieter, es uno de los pensamientos finales que nunca pensó que le ocurrirían en el crepúsculo de su memoria. El viento se azotaba en los pulcros ventanales y un sofocante ruido de manecillas acompañaba el colapso de sus órganos. La tersa mirada de aurora se escondía en una infame tormenta inmortal. El abismo en picada que a mercedes la sumía en un profundo delirio, era un persistente engranaje de pesadillas plagado de sangre oscura. Ellas se fundieron en un empañado abrazo.los restos de una luz evaporo una parte vital de su pulso, la visión recorrió una distancia biafrana de la vida. Un limbo atroz asomo con delicadeza un pequeño aguijón como muestra de un salvaje inframundo en la espera.
Abrió de nueva cuenta los ojos. Jesús gris aparco los densos huesos y observo con atención- como cuando descubres por primera vez algo importante- que parte de su cuerpo orbitaba solo en segmentos, como satélites sangrantes y en su andar, el liquido era una cortina macerada en filamentos microscópicos que coloreaba el ambiente. Apenas se había dado cuenta, ya que solo hace un momento estaba en agonía pero esta situación tenía ya una corta eternidad acompañándolo. Su mirada se postro en un tramo de dedo, con la huella todavía completa, vio el hueso descalcificado que salía con timidez y la carne blanca que la rodeaba, era poca la diferencia entre ellas. Apenas pudo apretar con cierta energía los ojos para tolerar la confusión...
Fulcanelli otra vez se apareció, pero Jesús gris no sabía, a quien tenía enfrente...sin embargo solo quedaba del alquimista una inmune mascara, carne picada y casi el esqueleto completo, todo el resto levitaba como una brisa espectral. Ya era polvo negro y la piel y los órganos estaban secos. Detrás de ellos, un escarabajo magno se sacudía socorrido por una manta descascarada que recubría las blancas entrañas y un intenso dolor, que su amorfo organismo sabía que no lo dejaría tranquilo. Todo lo demás era un negro abismo extraviado.
Fulcanelli le propinaba una mirada absorta, reconocía el parentesco secular, la estirpe que habría creado sin la necesidad de algún dios preconcebido. Pero al mismo tiempo se daba cuenta que había terminado su corto linaje en el mundo. Eso lo espanto más que la permanente visión de su estadía en aquel lugar. Renacería de nuevo -se decía con petulante astucia-. En vida se abrió camino a la eternidad. No distinguiría cuantos pasos mas serían necesarios para este propósito, pero es un hecho que requiere a su hijo apocalíptico, Jesús gris.
Una aversión en la esquina de su sombra pernoctaba a la conciencia y de pronto vio como se desprendía la tercera parte de su pulgar izquierdo, algo resurgió de sus parpados, no eran lágrimas pero tenían la misma acuosa orfandad, un transparente mar de olvidadas intercesiones. Volverá sin duda alguna pero fulcanelli no esperara a que otro fragmento inaudito se ahogue en el infinito.
Intento pronunciar una frase clave, lo repetía en el subconsciente..."suo tempore… suo tempore", pero una boca quebrada mostro la dentadura bombardeada, funesta y bañada de un fuliginoso matiz. Pústulas coaguladas salían imprecisas y abundantes, no eran más que retazos de alma todavía mordisqueados de sus medievales victimas, el paladar reconoció el amargo sabor.
Volteo y se dirigió con dificultad al escarabajo, mientras Jesús gris lo descubría sobresaltado por el escenario hostil.
El cerebro programo todas sus habilidades para este toque final. Levanto con desesperanza lo que quedaba de la mano, que era una composición de hueso con varios desechos de musculo cercenado. Taladro con fuerza el interior y confundió las entrañas del bicho con una masa muy parecida al excremento. El agonizante tacto tenía solo una misión, encontrar en toda aquella pasta el corazón humano que lo había visitado en numerosas visiones fantasmales.
Fulcanelli pronto lo encontró, lo recordaba con tenue serenidad cuando en su cuerpo funcionaba con ágil destreza... Continuara...
Texto: Albin Salin
2 comentarios:
es de alguna película de Del Toro o es un guion propio?
HOLA ANONIMO. LA PRIMERA PELICULA DE GUILLERMO DEL TORO FUE CRONOS Y EL ANTICUARIO PROTAGONISTA ERA JUSTAMENTE JESUS GRIS, YO RETOME LA HISTORIA DEL FINAL DE LA CINTA, Y MENCIONO A DIETER,MERCEDES Y AURORA, QUE SON PERSONAJES PRINCIPALES, PERO UNO IMPORTANTE ES EL ALQUIMISTA.
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