Desde niños nos enseñan a sufrir con dignidad las derrotas, concepción que no carece de grandeza. Y si no todos somos estoicos e impasibles -como Juáres y Cuauhtémoc- al menos procuramos ser resignados, pacientes y sufridos. La resignación es una de nuestras virtudes populares. Más que el brillo de la victoria nos conmueve la enteresa ante la adversidad.
MASCARAS MEXICANAS
OCTAVIO PAZ
1 comentario:
el sentimiento de culpa esta tan imantado a nosotros y nos aferramos a ello por la religión implantada desde el origen que no nos atrevemos a salir avantes y nos conformamos con el fracaso
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