Solo recuerdo que caminaba de prisa y despues corrí hasta que mi sangre se convirtío en ácido, aborde, una cita, debo llegar, no podía fallar, era lo último, viaje durante horas y no llegaba a mi destino, el tren nunca se detuvo, no hay mas, salté por la ventana...
Al despertar ya no había angustía, el clima era fresco y no necesitaba respirar, poca gente, todos amigos y a la vez nadie se conocía, traté de abordar, para continuar, salir de la estación, pero no había rutas solo escaleras, que no terminaban. ¿A dónde llegue?...
Esta historia la vengo contando todos los días desde que deje de verlos, y así creo que ya he estado durante estos ultimos 30 años.
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