8 de enero de 2009

La corazonada


Predecirlo era fácil cuando todos lo sabíamos, hay cosas que no se empatan porque simplemente no son del mismo tamaño, ni del mismo peso, ni del mismo carácter, ni del mismo color, ni de la misma forma, ni del mismo estilo, ni del mismo corazón. Me di cuenta cuando no te caían bien las personas a las que yo más quería y yo no podía ver a las que tú amabas. Que tumulto, que falta de comunicación!
“sería una maldad atribuir pecado donde no lo hay, como lo hacia el cura Elzavir en Catemaco, que nomas arruinaba a la gente con culpas imaginarias…”

2 comentarios:

Anónimo dijo...

resbalar, resbalon...

Anónimo dijo...

cada dia me gustan mas tus historias