20 de diciembre de 2008

Lágrimas negras


-Él me dijo: si de verdad me quieres tanto como dices, déjame ir. Yo de verdad lo amo. Sí lo amo, por eso girando lentamente en mis talones, le di la espalda. Recorrí el pasillo dando marcha a la puerta que vi cerrarse y no se abrió nunca más para mí.

-Eso pasó ayer!!

-Tu sabes que uno sabe que cuando las cosas son para siempre y verdad, te das cuenta desde ese momento. A veces nos queremos engañar, pero yo se y en ese momento supe.

-Y por qué renunciar tan fácilmente?

-De las cosas que le debo, son cumplir sus deseos. Me lo dijo sereno, sin sus clásicos gritos, con la voz firme que me gusta tanto. Tenía también su mirada especial, los hombros vencidos y esa postura también me gustó. Me descubrí riendo tontamente contemplándolo, cómo me gusta pensé. Me dije casi como reproche que cómo le iba anegar lo único que me pedía!

-Porque él no te dio complacencias nunca! Él insistió en hacer siempre lo que quería y luego te culpaba sino lograba sus propósitos, te echaba en cara que eras un ancla en su vida, te acuerdas cuando te maltrató por…

-Cállate! Aquí se acaba la conversación y no recuerdes eso.

-No te pongas así!

-Perdón, no creas que tengo enojo, sólo dolor.

-Ya cuéntame, qué es lo que te molestaba más? Que no te escuchara? Que cuando le pedías que no hiciera algo, lo hiciera 3 veces con mayor intensidad? Que te diga que no le importaba o que esas palabras fueran verdad?

-Que ahora intente cambiar.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

al momento de gritar las palabras no salieron de mi voca sino de mis entrañas... todo fue verdad

Anónimo dijo...

Why Do I Feel So Sad?

Anónimo dijo...

momentos asi vivia yo, estar triste no esta padre